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Los teléfonos baratos a veces son demasiados buenos para ser ciertos: ofrecen potencia y durabilidad que, en comparación con grandes marcas, es difícil de creer. Esa es la razón por la que han funcionado tan bien en mercados emergentes de América, Asia y China.
Sin embargo, pueden tener pegas importantes, como es el caso que ha descubierto The Nwe York Time: una empresa de software chino que trabaja con diferentes fabricantes ha estado espiando y enviando SMS de forma secreta a China.
La responsable de la instalación del software espía es una empresa local es Shanghai Adups Technology, que depende del gobierno chino, que trabaja con ZTE, Huawei o Blu.
El número total de afectado ascendería a unos 700 millones de teléfonos en todo el mundo, como ha anunciado en The Nwe York Times, aunque en Estados Unidos la cifra solo asciende a 120.000 terminales de la marcas Blu.
La firma estadounidense Kryptowire ha descubierto que varios modelos de la marca Blu enviaban información de contactos, historial de llamadas y otros datos sobre el dispositivo a un servidor en Shanghai, todo a espaldas de los usuarios. El firmware del teléfono, esto es, una parte del sistema operativo que va en su interior, también podría instalar además aplicaciones de forma remota.
Lo más sorprendente de este asunto es que Blu no estaba enterada de estas irregularidades. Según han dicho a The New York Times, ya han actualizado sus teléfonos para identificar y eliminar todo el software de espionaje. En su web oficial también afirman que han roto relaciones con Adups y que mejorarán su seguridad para proteger sus teléfonos mejor.
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