Su gran resistencia, el CAT S60 destaca por integrar una cámara térmica Flir, lo cual puede tener una utilidad anecdótica para el usuario normal, pero es una excelente herramienta de trabajo para profesionales de campo en ingeniería y similares.
Con una cámara térmica no solo se puede jugar a ver como "Predator", su utilidad principal es detectar fugas o cambios de temperatura allí donde no debería haberlas. Así se pueden detectar problemas en casi cualquier máquina o instalación. Una diferencia de calor o frío, casi siempre es síntoma de una anomalía.
El CAT S60 es un ANdroid de gama media basado en Android 6.0 con una pantalla TFT HD de 4,7 pulgadas (720x1280px) que permite trabajar con guantes o dedos húmedos, y está protegida por 1 mm de cristal Goril Glass 4. La enorme batería de 3.800 mAh le aporta una autonomía superior, aunque también cierto volumen extra.
Los 223 gramos de peso se notan para bien y para mal. El chasis de aluminio reforzado iguala las especificaciones militares y lo protege de caídas de hasta 1.8 metros. Además el sistema Lockdown Switch le confiere aguante para inmersiones de hasta 5 metros durante una hora (y ojo que se puede hacer fotos o vídeos sumergido).
El precio del CAT S60 es de 690 euros, que puede parecer algo caro, pero no se debería comparar con Android de similares especificaciones, porque sencillamente no hay ninguno tan preparado para el uso más rudo. Para hacernos una idea, ya solo la cámara térmica se vende por unos 280 euros.
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